Última actualización: julio 7th, 2022 - 05:16 pm
El pasado viernes 1 de julio, un día después de mi entrevista en el programa Gestión del Talento en el Canal FUNDAE de Capital Radio, se publicó el PROYECTO DE LEY DE EMPLEO, en el que se modifica la Ley 30/2015 de la formación para el empleo.
Esto quiere decir que antes de publicar el proyecto de la nueva ley de formación en el empleo, ya están preparando el terreno para lo que va a venir, modificando la normativa actual en el proyecto de la ley de empleo.
Y lo que viene es lo peor que podíamos esperar, porque lo que propone esta nueva ley del empleo es que se puedan destinar los remanentes de los fondos de la cuota de formación para otras actividades distintas de la formación. Por tanto, la cuota de formación profesional dejaría de tener un carácter finalista.
Tal como decía en la entrevista de radio del pasado 30 de junio y aunque parezca increíble, el mayor problema de la formación en el empleo es que sobra dinero todos los años, precisamente porque la cuota de formación tiene carácter finalista y no se puede gastar en otras actividades.
Pero la solución que proponíamos a este problema pasaba por una nueva ley de formación profesional en el empleo que elimine las trabas y límites permitiendo a las empresas hacer uso de todos los fondos aportados por sus trabajadores para que reciban formación de calidad, para que también los trabajadores autónomos se puedan bonificar su formación y para que se pueda bonificar la formación de desempleados en procesos de selección con contratación en una nueva modalidad de ERTE, así hasta agotar los fondos provenientes de la cuota de formación.
Nos tememos que la nueva ley de formación copie y pegue las trabas y limitaciones de la ley 30/2015 para generar así nuevos excedentes que luego se emplearían en financiar actividades distintas de la finalidad de la cuota de formación.
Por todo esto vamos a solicitar a los grupos parlamentarios que presenten una enmienda de eliminación del artículo 65 y la letra b de la disposición derogatoria única, en el proyecto de la nueva ley de empleo, para mantener el carácter finalista de la cuota de formación para el empleo.
De lo contrario, nos esperan otros siete años de vacas flacas, como los que llevamos sufriendo desde 2015.